sábado, 27 de enero de 2018

Mi vacío.

Cuando ya no estabas me di cuenta de lo que perdí 
y sólo se me ocurre una cosa: mi tiempo.
Gané vacío 
cuando desalojaste mi interior de ti 
y tus órdenes de sargento empoderado, 
dejándome amueblar con mi renovado poder 
un cuerpo más fuerte 
y una mente más segura.

Ahora me doy cuenta 
de que quizás debería haberte desahuciado yo misma,
luego recuerdo las cadenas.

Con el corazón en el puño 
le doy una paliza a la vida que me has impuesto,
libero toda la rabia en forma de sueño 
y cansancio por vivir con todo esto.
Porque sin saber que eran tus manos, 
las armas que me matarían al final de la historia, 
me agarré a ellas, 
me subiste hasta tu pecho 
y me obligaste a anclarme a él.

Las balas de tu cuerpo sobre el mío 
me hicieron ceniza 
y yo no conseguí hacerme fuego. 

Te di todo de mi alma 
y tú lo usaste contra mi misma 
para perderme. 

Me he vuelto a tus ojos una rebelde sin causa,
aunque sea esa misma, 
porque ya, no me da miedo.

Pienso llenarme de presente 
y futuro y enmarcar mi pasado 
para inaugurar y celebrar
que en mi vacío, mando yo. 

sábado, 13 de enero de 2018

Pólvora.

Guerrera, pero no de cuento
sino de lucha interna
frente a mis miedos.

Me ha costado encontrarme
y no quiero volver a perderme,
he estado un año entero
recorriéndome
y ahora conozco cada centímetro
de mi piel,
que perdona pero no olvida
con más socavones que antes
en forma de cicatriz
pero con una capa de fuerza
en forma de armadura.

Encontré la bala
que me mató
desde el interior,
descolocando las piezas
de mi corazón.
Queda muy bien en el hueco
que dejó,
y me la pienso quedar de recuerdo
que despierte mis enredos.

Ahora hago de mis cenizas
pólvora
y me quedo a pie del cañón
protegiendo mi libertad.
Me miro y amo lo que veo,
ya basta de seguir dando rodeos
por comentarios,
tú sola no eres un buen equipo.

La tormenta que me ahogaba
e intentaba evitar sin éxito
ahora es calma
aunque nunca podré callar
todo el ruido que hizo.

Sigo sintiendo algo de dolor
por seguir poniendo fecha en mi corazón.
Pero soy mi propio refugio
y me niego a que llegue el invierno
aquí dentro.