Nunca quise hacer daño a nadie, pero se da lo que se recibe.
Nunca pedí perderte, pero te fuiste sola.
Nunca creí que fuera tan ilegible, pero no entienden el vive y deja vivir.
Nunca pensé que todo esto fuese a cambiar, pero lo hizo.
Nunca deseé volver, pero me hicieron hacerlo.
Nunca fui delante, pero acabé la primera.
Nunca dije que esto fuera fácil, pero es más complicado de lo que me imaginaba.
Y seguiré en las mismas si no salgo.
Si no me sacan.
Si desde que estoy aquí es un luto contínuo por mi misma.
Confiar y desconfiar viene a ser lo mismo.
Confias para dar la mano y te llevan por un camino peor.
Desconfias por tu bien y te rechazan al mismo lado.
La mejor amiga de la soledad es el orgullo.
Unas veces te deja solo y otras deja que te dejen solo.
Curiosa la palabra soledad, que contiene al Sol.
Gran estrella brillante en el inmenso espacio, rodeado de otras más pequeñas.
Tan brillante.
Tan rodeado de otros.
Y tan solo.