viernes, 18 de agosto de 2017

Inhumano.

Que sé
que sigo viva.
Que sé
que no estoy sola
si no muy bien acompañada.
Pero también sé
que sigo con el corazón
hecho pedazos,
que las heridas
cicatrizan
si las echas
alcohol por encima.
Pero también sé que sigo muerta en vida.
Ahora vas,
de pobrecito por la vida
porque te escribo
llamándote asesino.
Échame en cara
que esto
también hace daño
cuando tú
has cometido
el peor de los pecados.
Hipocresía es
que sueltes
un te quiero
tan a la ligera
que vuele
con el primer viento,
no lo es sangrar
todo el daño
que me has hecho.
No me siento bien
porque he descubierto
que sigo dejando
que me pises
de esa forma
y no puedo permitirlo.
Pero aunque mi corazón
esté roto,
sigue siendo
más grande
que el tuyo
y no puedo,
ni podré,
dejar que todo
lo que vivimos,
se convierta
en lo que en realidad es;
una mentira.
Y no,
no me siento bien,
rebajándome al nivel
en el que estás
tú.
No puedo matarte.
No puedo vengarme.
Soy incapaz de hacerte
todo el daño
que llevo yo dentro
por tu culpa.
No puedo.