sábado, 20 de febrero de 2016

Todas las resacas en mi cama.

Mis sábanas son de color vino
por cada noche de resaca
de ti.
Y duermo sin pantalones 
para que sea más fácil,
que las sábanas me acaricien el cuerpo,
que el vino lo haga en mis labios.
Sigo durmiendo en mi lado de la cama, 
esperando a que un día de verdad no tenga espacio
y está fría. 
Todas las noches lo mismo.
Como si abrazar a alguien imaginario 
pudiera darme todo 
el amor cuando lo haces tú por las noches.
Y los besos en la espalda, 
tu respiración en mi pelo, 
tus caricias por la mañana 
y que la manta se caiga al suelo
o el vino en el mantel.