miércoles, 16 de noviembre de 2016

Siesta.

Con sabor a cucharita.
Con tu respiración en mi cuello.
Tus besos en mi espalda.
Tu brazo en mi pecho.
Y todavía hay gente a la que le cuesta
encontrar el minuto cero.
Esa media hora
en la que el reloj nos cede
unos minutos de gloria.
La que me da tenerte a cero,
en tiempo y distancia,
tranquilidad, amor y tu tacto.


Que se nos haga de noche.
Con sabor a cucharita.
Que yo me quedo en el cero.
Aunque juntos sumemos uno.

Y la cama sea de noventa por dos.