jueves, 23 de noviembre de 2017

Despedida.

Me había olvidado de lo que es sentirse libre un 5 de noviembre,
sin compromisos fatídicos que acaban en polvos, de madrugada, celebrando mentiras con una brisa helada.

Hace un año de lo mejor de mi vida, de que mi cuerpo reaccionara y empezara a quitarse las cadenas que tanto me ha costado destrozar.
De dejar de sentir. De volver a vivir.

Hoy soy yo la que te escribe, que esos últimos días, donde mataste por fin lo que me estaba destrozando el corazón, me colocaste una armadura para luchar contra ti, y has perdido.

Puedes guardar tu espada, tus poemas llenos de palabras bonitas que ni siquiera son arte, porque no cuentan pasado, ni presente, ni futuro.
Déjame a mi seguir escribiendo, sangrando el dolor que ya apenas existe, por lo menos lo mío es real.

Conseguiste quitarme de en medio en tu camino, para seguir pinchándote con las espinas de tus rosas, me echaste al mío propio sin control y en vez de quedarme parada, yo sí seguí avanzando.
Has perdido, porque yo tengo siempre unos brazos que me ayudan a levantarme si me caigo y me curan los rasguños que me hago y que me hiciste. Son los míos.

Y ya no te quiero, por no querer, ni verte.
Ni sentirte cerca, no quiero pensarte.
No quiero tener los restos de mis cadenas dentro, por eso me despido;
Gracias por demostrarme lo fuerte que soy y lo débil que te has hecho.

domingo, 29 de octubre de 2017

Capítulo

Sé lo que es sentirse sola
porque soy la reina de mis propios miedos y nunca dejo el trono.
He estado buscando un lugar dentro de mi para esconderme de todos mis demonios.
Allí espero días mejores.
Estaría mintiendo si digo que estoy bien, porque allí el dolor es tan inmenso que no lo puedo describir.
Y no puedo escapar de un bosque tan frondoso como son los recuerdos.
Y no puedo saltar cicatrices semejantes a los abismos.
Así que cierro los ojos,
suspiro y me digo
¿esto es vida?

Sé lo que se siente al perder tu control.
El peso de mi misma, no siempre es mi yo.
Estoy rota, pero tal vez
ese sólo sea el punto.
Confío en mi misma y pongo la coma.

Aguanto la esperanza cuando doy la vuelta a la página.
Hay paz en el dolor porque mañana no será lo mismo y ésto es sólo una temporada
que se acaba
al cerrar el libro.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Cuerdas.

Amor de guillotina, que me desgarra el cuello
hasta los pulmones dejándolos secos.
De cogerme desprevenida y encontrarme
con la presión que me deja sin respiración,
que son tus brazos,
los mismos que me empujan
al abismo de perderme y no encontrarme nunca.
De darme por desaparecida y no volver a ser.

Me imagino mi corazón con una cuerda al cuello
cuando la usabas de correa
para llevarme a tu terreno.
Ahora uso esa misma cuerda alrededor de mi cuello
para suicidarme por dentro
porque la lucha contra él
se ha vuelto tan fuerte
que prefiero dejar de latir
a enfrentarme a estar ahogada
el resto de mis días.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Puzzle.

Me enfado con el mundo
que un día creamos
para luego
destrozarlo.

Y no sé si realmente
estoy molesta con ese
mundo
o con tener que destruirlo.

Pero si las piezas de un puzzle
no encajan
es estúpido
-como lo fui yo-
querer juntarlas
con todas tus
-más bien mis-
fuerzas.

viernes, 18 de agosto de 2017

Inhumano.

Que sé
que sigo viva.
Que sé
que no estoy sola
si no muy bien acompañada.
Pero también sé
que sigo con el corazón
hecho pedazos,
que las heridas
cicatrizan
si las echas
alcohol por encima.
Pero también sé que sigo muerta en vida.
Ahora vas,
de pobrecito por la vida
porque te escribo
llamándote asesino.
Échame en cara
que esto
también hace daño
cuando tú
has cometido
el peor de los pecados.
Hipocresía es
que sueltes
un te quiero
tan a la ligera
que vuele
con el primer viento,
no lo es sangrar
todo el daño
que me has hecho.
No me siento bien
porque he descubierto
que sigo dejando
que me pises
de esa forma
y no puedo permitirlo.
Pero aunque mi corazón
esté roto,
sigue siendo
más grande
que el tuyo
y no puedo,
ni podré,
dejar que todo
lo que vivimos,
se convierta
en lo que en realidad es;
una mentira.
Y no,
no me siento bien,
rebajándome al nivel
en el que estás
tú.
No puedo matarte.
No puedo vengarme.
Soy incapaz de hacerte
todo el daño
que llevo yo dentro
por tu culpa.
No puedo.

martes, 25 de julio de 2017

Revolución libre.

Soy revolución
que debe ser liberada
de los grandes pesos
que nos ancla el
destino.

Debo tirar de mi
carro
lleno de sueños
y esperanzas.
Algunos cumplidos
y las últimas
en mi misma.

Me pido perdón
por todo el daño
que me he hecho.
Porque la única
que nunca me va
a romper, soy yo.

Mi amor,
de mi vida.
Hacia mi misma.
Es el único
para siempre
que he jurado.

Asesinato.

El final
de esa fantasía 
que tienes
con la que 
dice
ser tu alma gemela,
debe, es,
asesinato.
El crimen perfecto
para destrozarte
por dentro.

Sigo escribiendo
al que me ha matado en vida
porque no encuentro
otra forma de gritar
a los cuatro vientos,
que no hay dolor
más horroroso
que el dejar de existir
para alguien 
que supo engañarme tanto
para que se lo diera todo,
a mi todo, 
mi gran desconocido.

A veces me pregunto
si te sientes culpable,
si de verdad te importaba
el futuro,
si planteabas matarme
de esta forma tan cruel
y dolorosa
o si simplemente
prefieres no hablar del tema 
para hacer que todo esto
no existió.
Para salir ileso 
de mi asesinato.


Muerta en vida.

Tuviste los mejores días
de mis peores años
y aún así me diste
los peores de los tuyos
y los convertiste
en míos.

Te deben de comer
tus demonios
por dentro
al acumularlos,
al no poder echármelos
de comer.

Se te debe inundar
la sangre
de recuerdos.
De quemazón,
de mi calor.

Lo mejor que me has dado
ha sido por muerta
en vida
y tu adiós.
Porque rompí mis cadenas
al abandonarme
y, ahora
estoy más viva
y libre
que tú.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Infiernos.

Personas sin calor
fríos.
Que terminarán siendo
Agua
si se topan
con un fuego
X
Que les derrita hasta el último
de sus rincones
y sentimientos.
Infiernos
que les descongelen
el corazón
o les conviertan en
Vapor
en nada.
Y desaparezcan.

martes, 7 de marzo de 2017

Eras jaula.

En el momento
en el que sientes
que alguien
o algo
o las dos cosas
no te deja crecer
es el momento
de emprender el vuelo
de escapar,
de ser libre.
Eras jaula
tu amor era
cadenas
y yo un pájaro
con las alas rotas.

martes, 14 de febrero de 2017

A su tiempo.

Sí que va a ser verdad
eso de que el tiempo
pone a cada uno
en su lugar
en su tiempo
a su tiempo.

De mandarte a la mierda,
pasar un buen rato allí,
no salir del fango de los recuerdos.

Y de repente,
estar en tus brazos
cuando otros son
los que me han metido allí.

Los que me han obligado
a construir muros,
los que me impedían
avanzar.

Y allí estás tú,
ahora en mi camino.
Derribando cada ladrillo,
volviendo a reconstruirme.

Poniendo en mis segundos
horas.
Anclándome al presente
en el mejor sitio.
Con vistas a ti.

jueves, 19 de enero de 2017

Pequeñita.

Ahora entiendo
esa manía
de llamarme pequeña.
Ahora lo único que haces
es hacerme sentir así;
diminuta, invisible.
Insignificante, cero.
En los momentos que tengo,
te pienso.
Confusión se ha vuelto
mi mejor amiga.
Tal vez porque no entiendo
ese comportamiento
ese trato
esas palabras
esos actos.
Ese empeño en dejarme
por los suelos.
En destrozarme y hacerme
en trozos aún más pequeños.
En quemarme y que me consuma
para dibujar con mis cenizas.
Qué pena
(para ti)
que el fénix renazca
de esas mismas.
Se recompone,
y no te necesita.