viernes, 20 de marzo de 2015

4.51 AM

Dos horas de sueño,
ninguna de descanso.
Una de pesadillas y otra de 
espantos.


El despertador arrastra 
hasta el despertar
y te quita de un mundo ideal donde estás
con tu persona favorita.
Sueño o sueños 
y cómo una sola letra 
puede cambiar el significado.
Mañanas que se convierten en noches
cuando ni tu propia mente
deja de procesar el tiempo y las emociones
y sensaciones que parecen antepuestas.


No son buenos días.
Porque ni buenos,
ni días.
Quizás malas madrugadas,
hasta que tenga una mala noche
y despierte contigo;
cara a cara.